
El presidente de la República, en su mensaje a la Asamblea Legislativa por sus dos años de gobierno pronunció un discurso largo sobre su visión del país y las medidas que buscará tomar en los dos años siguientes.
Las trabajadoras y trabajadores conscientes debemos leer con mucha criticidad ese discurso, ya que, si se presta atención, se puede ver que en los hechos el presidente tocó tambores de guerra para la clase trabajadora. Además de anunciar que continuará con la ruta de los recortes, que ha significado una afectación a miles de familias trabajadoras que no han podido acceder a bonos de vivienda, becas y ayudas sociales, también anunció la continuación del plan para vender activos del Estado como el BCR o la FANAL, sin explicar que esas dos instituciones inyectan miles de millones de colones de sus ganancias a distintos programas sociales y de promoción del deporte en las comunidades. Su plan es vender esas empresas a sus amigos que financiaron la campaña y lo hicieron presidente. Pero lo más grave es que anunció que continuará con el impulso de la Ley de jornadas 4×3, que el año anterior fue derrotada. Solo que ahora ha presentado un nuevo proyecto de ley con menos garantías que el anterior, aprovechando para reventar aún más a quienes deban laborar jornadas de 12 horas en las empresas sin el pago de horas extras, eliminando algunas mejoras en el pago cuando se laboraba el día libre o más de 12 horas. Debemos estar alertas más que nunca para saber responder por nuestros intereses.